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ALMAZARA SAN JOAQUÍN

Se puede decir que Miguel de Gea siempre ha sido molinero, desde que con 12 o 13 años comienza a ayudar a su padre Antonio de Gea, también molinero de toda la vida, haciéndose cargo del molino de cereales de la familia en el que pasó más de 30 años, hasta que vio que los tiempos modernos no dejaban lugar a los antiguos molinos de cereal. De este modo en 1989 decidió poner en marcha con sus tres hijos, Antonio, Pedro y Mª Ángeles la Almazara San Joaquín.

Más de 30 años moliendo cereal, 33 años moliendo aceituna y 80 moliendo la vida.
Desde que comenzara su andadura en 1989 con un pequeño molino de empiedro, prensas y decantación natural, Almazara San Joaquín ha intentado conjugar tradición y modernidad, con el propósito de avanzar cada año en la mejora continua de procesos e instalaciones, con la pasión que Miguel de Gea ha sabido transmitir a sus hijos por el trabajo bien hecho, por el afán continuo de superación, para elaborar cada año este preciado zumo natural de aceitunas que es el aceite de oliva virgen extra.

Contando con clientes y productores con una enorme profesionalidad, que cuidan su olivar como su mayor tesoro, personas apasionadas en su quehacer, que no han escatimado en medios y esfuerzos para producir distintas variedades de aceitunas de máxima calidad con las que elaborar los mejores aceites de oliva virgen extra.
Productores que han sabido modificar sus costumbres para innovar, dando mayor importancia a la calidad que a la cantidad del aceite obtenido. Dispuestos a recolectar las aceitunas en su momento óptimo de maduración, cuando se encuentran en ese preciso momento en el que se puede obtener la máxima expresión de aromas y sabores, así como las mejores cualidades organolépticas ( en detrimento a la producción), que permiten crear los aceites de oliva virgen extra más saludables y deliciosos.

También con la satisfacción de aportar nuestro granito de arena en esta difícil lucha para evitar la despoblación de las zonas rurales, en este caso explotando recursos endógenos, en el desarrollo de una actividad tradicional con más de 2000 años de historia en el valle de Agramón – Minateda.

Atrás quedan muchos sacrificios, muchos riesgos asumidos y una enorme cantidad de trabajo, pero eso sí, con toda la pasión e ilusión del mundo por ir mejorando año tras año, con ese afán de superación, de búsqueda continua por la excelencia que Miguel de Gea ha inculcado a sus hijos y que ahora, con la misma ilusión inculcarán a sus nietos Antonio, Pedro y Ángela. Que algún día tomarán las riendas de esta empresa, y con la enorme satisfacción de saber que en estos años Almazara San Joaquín ha elaborado algunos de los mejores aceites de oliva virgen extra producidos a nivel regional, nacional e internacional, como atestiguan los premios y reconocimientos otorgados por las entidades con más prestigio en el sector.

HISTORIA DEL ACEITE

Se puede decir que Miguel de Gea siempre ha sido molinero, desde que con 12 o 13 años comienza a ayudar a su padre Antonio de Gea, también molinero de toda la vida, haciéndose cargo del molino de cereales de la familia en el que pasó más de 30 años, hasta que vio que los tiempos modernos no dejaban lugar a los antiguos molinos de cereal. De este modo en 1989 decidió poner en marcha con sus tres hijos, Antonio, Pedro y Mª Ángeles la Almazara San Joaquín.

Más de 30 años moliendo cereal, 33 años moliendo aceituna y 80 moliendo la vida.
Desde que comenzara su andadura en 1989 con un pequeño molino de empiedro, prensas y decantación natural, Almazara San Joaquín ha intentado conjugar tradición y modernidad, con el propósito de avanzar cada año en la mejora continua de procesos e instalaciones, con la pasión que Miguel de Gea ha sabido transmitir a sus hijos por el trabajo bien hecho, por el afán continuo de superación, para elaborar cada año este preciado zumo natural de aceitunas que es el aceite de oliva virgen extra.

Contando con clientes y productores con una enorme profesionalidad, que cuidan su olivar como su mayor tesoro, personas apasionadas en su quehacer, que no han escatimado en medios y esfuerzos para producir distintas variedades de aceitunas de máxima calidad con las que elaborar los mejores aceites de oliva virgen extra.
Productores que han sabido modificar sus costumbres para innovar, dando mayor importancia a la calidad que a la cantidad del aceite obtenido. Dispuestos a recolectar las aceitunas en su momento óptimo de maduración, cuando se encuentran en ese preciso momento en el que se puede obtener la máxima expresión de aromas y sabores, así como las mejores cualidades organolépticas ( en detrimento a la producción), que permiten crear los aceites de oliva virgen extra más saludables y deliciosos.

También con la satisfacción de aportar nuestro granito de arena en esta difícil lucha para evitar la despoblación de las zonas rurales, en este caso explotando recursos endógenos, en el desarrollo de una actividad tradicional con más de 2000 años de historia en el valle de Agramón – Minateda.

Atrás quedan muchos sacrificios, muchos riesgos asumidos y una enorme cantidad de trabajo, pero eso sí, con toda la pasión e ilusión del mundo por ir mejorando año tras año, con ese afán de superación, de búsqueda continua por la excelencia que Miguel de Gea ha inculcado a sus hijos y que ahora, con la misma ilusión inculcarán a sus nietos Antonio, Pedro y Ángela. Que algún día tomarán las riendas de esta empresa, y con la enorme satisfacción de saber que en estos años Almazara San Joaquín ha elaborado algunos de los mejores aceites de oliva virgen extra producidos a nivel regional, nacional e internacional, como atestiguan los premios y reconocimientos otorgados por las entidades con más prestigio en el sector.

Historia